Gilma Technology obtiene la Certificación SAE AS 9100C
El certificado permitirá a Gilma trabajar con la Industria Aeronáutica
Cuando GILMA se fundó hace 77 años era imposible pensar que esta empresa iba a convertirse en una de las primeras de España en obtener la certificación SAE AS 9100C para fabricar productos destinados a la industria aeronáutica, espacial y defensa militar.
Sin embargo, a poco que conocemos la trayectoria de esta empresa y la filosofía de la misma, nos damos cuenta de que este hecho tan importante es fruto del trabajo de las tres generaciones que han pasado por la gerencia de esta firma de Petrer.
Felix, Joaquín y Juan-Manuel Gil, nietos del fundador, son los actuales responsables de GILMA y aseguran que tanto su abuelo como posteriormente sus padres han sembrado el camino para que la tercera generación, “puedan afrontar un nuevo reto y diversificar la producción hacia la industria aeronáutica”.
GILMA, “es una empresa que fundamentalmente se dedica a la maquinaria y el utillaje para corte y perforación de la piel, siempre se ha caracterizado por la innovación y por lanzar al mercado productos diferentes, como este año los nuevos perforadores de última generación para máquinas de corte de piel automáticas”, apunta Juan-Manuel.
Ahora, según los actuales responsables de GILMA, “vamos a dar un salto cualitativo al obtener la certificación SAE AS 9100C, otorgada por la norteamericana Society of Automotive and Aerospace Engineers (SAE), que nos permite adentrarnos en la industria aeronáutica, aeroespacial y de defensa militar”.
Más de un año sometidos a un riguroso proceso de control de calidad
La empresa americana ABS, líder en el sector de la aeronáutica y que cuenta entre sus clientes con AIRBUS y NASA, ha sido la encargada de someter a GILMA a un riguroso proceso de certificación. Durante más de un año, han estudiado la operatividad y trazabilidad de la firma de Petrer con el objetivo de demostrar que tanto el trabajo como la producción que desarrollan cumplen con las exigencias de la industria aeronáutica y sus normativas oficiales.
De esta forma, señala Juan-Manuel Gil, “nos convertiremos en una de las primeras industrias españolas que logra este tipo de certificación que solamente poseen unas 20 empresas en toda Europa”.
“Para nosotros es un honor haber pasado con éxito un proceso de calidad tan estricto y, de esta manera, que se reconozca nuestra capacidad de control, optimización de los recursos y racionalización de la producción lo que significa que lanzamos al mercado un producto con las máximas garantías”.
En este sentido, Gil afirma “que este reconocimiento y el gran esfuerzo que hemos hecho para conseguir la certificación nos ha abierto las puertas a grandes multinacionales que están interesadas en que construyamos una serie de piezas fundamentales para aviones como el nuevo gigante AIRBUS 380 o los P-3 ORION antisubmarinos para la defensa militar de Estados Unidos”.
“Es una satisfacción que empresas tan importantes confíen en nosotros porque eso demuestra que estamos haciendo las cosas bien y que hemos mantenido el espíritu innovador y competitivo que siempre ha tenido esta empresa”.
De hecho, “poco a poco hemos ido diversificando la empresa y aunque un gran porcentaje de nuestra producción sigue siendo para el sector del calzado y sus componentes (de lo cual nos sentimos extremadamente orgullosos pues ha sido nuestro origen), también hemos explotado otras líneas de negocio como las artes gráficas, la automoción y la aeronáutica en el que nos hemos introducido recientemente”.
“Todo esto ha sido posible gracias a la experiencia que hemos acumulado desde el año 1934 y a la fiel clientela con la que hemos trabajado en todos estos años”, afirma Gil quien añade que además, en GILMA “contamos con un grupo de profesionales altamente cualificados y con una infraestructura técnica de última generación que garantiza un nivel de calidad óptimo”.
Ahora, “nos lanzamos a nuevos mercados y estamos preparados para superar este reto pero sin olvidar el resto de líneas de negocio ni la esencia de esta empresa que, gracias al trabajo de muchas generaciones, se ha convertido en un referente internacional”.
GILMA es una empresa asociada a AEC (Asociación Española de Componentes y Maquinaria para el Calzado) y es ejemplo de cómo diversas empresas del sector están diversificando su producción para encontrar nuevas oportunidades de negocio.
La principal producción de las empresas de AEC sigue destinándose al sector de los componentes del calzado pero en los últimos años, muchos empresarios han aprovechado su experiencia, competitividad y ‘Know how’ para explorar otras líneas de producción.
En este sentido, desde AEC ayudan a los empresarios a alcanzar estos retos a través de diversas acciones formativas, proyectos innovadores y divulgando experiencias satisfactorias con el fin de facilitar este proceso de diversificación a las firmas asociadas.
Sin embargo, a poco que conocemos la trayectoria de esta empresa y la filosofía de la misma, nos damos cuenta de que este hecho tan importante es fruto del trabajo de las tres generaciones que han pasado por la gerencia de esta firma de Petrer.
Felix, Joaquín y Juan-Manuel Gil, nietos del fundador, son los actuales responsables de GILMA y aseguran que tanto su abuelo como posteriormente sus padres han sembrado el camino para que la tercera generación, “puedan afrontar un nuevo reto y diversificar la producción hacia la industria aeronáutica”.
GILMA, “es una empresa que fundamentalmente se dedica a la maquinaria y el utillaje para corte y perforación de la piel, siempre se ha caracterizado por la innovación y por lanzar al mercado productos diferentes, como este año los nuevos perforadores de última generación para máquinas de corte de piel automáticas”, apunta Juan-Manuel.
Ahora, según los actuales responsables de GILMA, “vamos a dar un salto cualitativo al obtener la certificación SAE AS 9100C, otorgada por la norteamericana Society of Automotive and Aerospace Engineers (SAE), que nos permite adentrarnos en la industria aeronáutica, aeroespacial y de defensa militar”.
Más de un año sometidos a un riguroso proceso de control de calidad
La empresa americana ABS, líder en el sector de la aeronáutica y que cuenta entre sus clientes con AIRBUS y NASA, ha sido la encargada de someter a GILMA a un riguroso proceso de certificación. Durante más de un año, han estudiado la operatividad y trazabilidad de la firma de Petrer con el objetivo de demostrar que tanto el trabajo como la producción que desarrollan cumplen con las exigencias de la industria aeronáutica y sus normativas oficiales.
De esta forma, señala Juan-Manuel Gil, “nos convertiremos en una de las primeras industrias españolas que logra este tipo de certificación que solamente poseen unas 20 empresas en toda Europa”.
“Para nosotros es un honor haber pasado con éxito un proceso de calidad tan estricto y, de esta manera, que se reconozca nuestra capacidad de control, optimización de los recursos y racionalización de la producción lo que significa que lanzamos al mercado un producto con las máximas garantías”.
En este sentido, Gil afirma “que este reconocimiento y el gran esfuerzo que hemos hecho para conseguir la certificación nos ha abierto las puertas a grandes multinacionales que están interesadas en que construyamos una serie de piezas fundamentales para aviones como el nuevo gigante AIRBUS 380 o los P-3 ORION antisubmarinos para la defensa militar de Estados Unidos”.
“Es una satisfacción que empresas tan importantes confíen en nosotros porque eso demuestra que estamos haciendo las cosas bien y que hemos mantenido el espíritu innovador y competitivo que siempre ha tenido esta empresa”.
De hecho, “poco a poco hemos ido diversificando la empresa y aunque un gran porcentaje de nuestra producción sigue siendo para el sector del calzado y sus componentes (de lo cual nos sentimos extremadamente orgullosos pues ha sido nuestro origen), también hemos explotado otras líneas de negocio como las artes gráficas, la automoción y la aeronáutica en el que nos hemos introducido recientemente”.
“Todo esto ha sido posible gracias a la experiencia que hemos acumulado desde el año 1934 y a la fiel clientela con la que hemos trabajado en todos estos años”, afirma Gil quien añade que además, en GILMA “contamos con un grupo de profesionales altamente cualificados y con una infraestructura técnica de última generación que garantiza un nivel de calidad óptimo”.
Ahora, “nos lanzamos a nuevos mercados y estamos preparados para superar este reto pero sin olvidar el resto de líneas de negocio ni la esencia de esta empresa que, gracias al trabajo de muchas generaciones, se ha convertido en un referente internacional”.
GILMA es una empresa asociada a AEC (Asociación Española de Componentes y Maquinaria para el Calzado) y es ejemplo de cómo diversas empresas del sector están diversificando su producción para encontrar nuevas oportunidades de negocio.
La principal producción de las empresas de AEC sigue destinándose al sector de los componentes del calzado pero en los últimos años, muchos empresarios han aprovechado su experiencia, competitividad y ‘Know how’ para explorar otras líneas de producción.
En este sentido, desde AEC ayudan a los empresarios a alcanzar estos retos a través de diversas acciones formativas, proyectos innovadores y divulgando experiencias satisfactorias con el fin de facilitar este proceso de diversificación a las firmas asociadas.